UN BASTION DEL TANGO EN SANTIAGO DEL ESTERO

CON MATE DE POR MEDIO, RODEADO DE SUS AFECTOS, SUS COSAS, EN SU CASA A LADO DE SU MUJER MIRTA. UNA CALIDA INTREVISTA CON EDGARDO ESPERON. 1° parte

Me temblaban las piernas como si fuese que estuviese a punto de bailar para el publico mas selecto del tango, pero no era eso, y quizás fue mucho más. La historia del tango bailado en Santiago del Estero (al menos de los últimos 50 años), es rica e interesante ya que se divide en dos grandes ramas; aquella que esta realizada por los virtuosos que produjo la propia provincia como ser: Sacudile, Chela, Cacho Paz entre otros; y por otro lado la de aquellos que se radicaron en nuestra provincia. Hoy nos dedicaremos de lleno a esta segunda rama con la suerte y el honor de poder conocer un poco más a uno de los grandes de nuestro tango. La verdad es que no me anime a realizarle las preguntas que ya tenia pautadas porque ademas de ser un eximio bailarin es un gran difusor, así que solo atine a encender el grabador acomodarme y escuchar de su voz pausada con pronunciación perfecta, un poco de nuestra historia, y digo así porque él ya es parte de nuestra historia que aún hoy la sigue escribiendo, la cosa comenzó mas o menos así:

TxNOA: ¿Por donde empezamos Maestro?

Esperón: Creo que lo básico elemental es por mis datos personales, quién soy, donde nací...

TxNOA: ¡Bueno, bueno metale no más yo lo escucho!

Esperón: Mi nombre es Edgardo Esperón, nací un 20 de Febrero de 1940, o sea, pisciano igual que mi maestro y referente de tango que es Juan Carlos Copes, en el año que considero que se inicio la década de oro del tango, 1940.Nací en el porteño barrio de Villa Luro Norte, allí al Oeste de Capital Federal, donde se dividían las pasiones futbolísticas entre Vélez Sarfield y All Boys, este último en primera “B” y Vélez Sarfield en primera “A”.Pero yo pertenezco a una generación donde los varones eramos hinchas del club de tu padre y mi viejo había nacido en San Juan y Boedo, él siempre decía sobre Boedo para marcar aún más la raíz de ese porteñisimo barrio, y por ende se hizo hincha de San Lorenzo. Mi hermano “Lalo” fue quien a incidido mucho en mi vida, Osvaldo Esperón “Lalo”, me llevaba 11 años. Es quien me marco en la vida porque al lado de él conocí la primer cancha de futbol, a los 6 años me llevo a ver un Boca San Lorenzo, después me introdujo, ya joven adolescente en la milonga de barrio y con él a los 18 años fuí al primer hipódromo, con él también fuí al Marabu allí sobre la calle Esmeralda un templo del tango danza, ¡donde cuando pise la pista del Marabu se me heló la piel!, año 1958. Tuve la niñez de todo barrio de mi época, amigos de la infancia que fueron quedando algunos nada más, los primeros bailes, en las fiesta de familia con madres, tías, primas, bailando todos los ritmos de esa época, me acuerdo que había mucho pasodoble y poco ritmos como ser el mambo. A los 11 años, mi hermano Lalo, que fue muy milonguero, para practicar pasos en el patio de casa, me enseño el tango como mujer, yo empecé a bailar el tango acompañandolo a mi hermano y lo que me enseñó él, yendo a una academia que había en mi barrio a donde vos ponías una moneda para pagar al que amplificaba, el club La Papelera Española, ahí practicábamos entre varones durante la semana (supone vos Martes y Jueves) y después ibamos a bailar al Club Social y Deportivo Terremoto, Biblioteca “La Cultura”, que era de los que habían creado los anarco-socialistas, muy de la época del 20’ y del 30’, y yo lo agarro en el 40’.Asociación Vecinal Noreste Vélez Sarfield, allí empecé en mi adolescencia a bailar, ya algo manejaba, sabia bailar tango, y empecé a salir con la barra de mi hermano que me llevaban 10 años promedio, o sea, yo tenia 15 años y ellos 25, “barra picante”. Con ellos fuí a bailes muy renombrados en su momento no solo en Capital Federal mas que nada en el Gran Buenos Aires, había uno que se llamaba El Fortín de Villa Pineral” atrás de Caseros atrás de Ciudadela Norte, eran clubes donde había que bailar muy, muy bien pero ya se había introducido el rock and roll el de Bill Halley, o sea , que en esa época vos no solo tenias que saber bailar tango sino también rock, por mi cuerpo (siempre fuí menudo) me destaque mucho en el rock and roll, y en el tango... si bien tenia idea no sobresalía, yo estaba en el montón.Los capos de los cubes eran los tremendos, ellos, si sobresalían uno de los clubes a los que yo iba “CANBA” Club Atlético Nuestro Buenos Aires, tenían a “El chata Nelson y el japones Sebelio” como referentes, tremendos para bailar, en nuestro club Villa Luro Norte, allí estaba “El nene Obando”. Fuí a muchos bailes, El Leopardi, Glorias Argentinas, es mas fui hasta Moreno donde había un club, “Los Indios de Moreno”, que todavía existe, creo. Ya después que pase los 20 años me marca mucho a mí, mi adolescencia de 16 a 20 años, el hecho de tener que entrar a trabajar en el ferrocarril Sarmiento como electricista, “no laburaba nunca”, siempre venia de algún baile, de la noche, de alguna joda, dormía en los vagones de los trenes, pase 4 años maravillosos, me dieron conciencia de clase, “proletario” y allí desarrolle mucha militancia política, en el “Movimiento Nacional y Popular”, que yo ya estaba desde el 55’.Y ahí conocí al Ñato Gómez que era el presentador de la Orquesta de Rodolfo Biagi, “quien va a ver a Biagi”... claro yo no salia de Capital Federal, bah o lo hacia poco, y en Capital las orquestas más renombradas eran troilo, Pugliese, Di Sarli, Calo, y D’arienzo él si entro dentro de esas orquestas. Después hubo una etapa de transición donde las milongas de barrios, de clubes casi se acabaron, desaparecieron esto fue en el 60’, 62’.Había clubes por ejemplo El Huracán de Caseros y Rioja, otro club el Social Rivadavia (al 6400), Villa Malcom, Córdoba al 5200, ahí cerca de lo que hoy es Av. Raúl Scalabrini Ortiz, antes era Av. Canning, ahí después de mis 23 años, como ya no estaban estas milongas, yo comencé a entrar en la noche picante, salia de noche pero a whiskerias, también fui claro, a los salones de esa época donde tuve que aprender a bailar mas retenido, porque el porteño no quería mucho gancho, porque el lugar era mucho más chico que las canchas de basket a las que solía asistir en los clubes de barrio. “No vayas a hacer payasadas como decían los muchachos mayores que yo”. “No tires verdura”. Así pase hasta llegar a la década del 70’, donde también el tango se había refugiado un poco en los Cabaret’s, recuerdo uno al que yo iba, estaba en Av. Beiro y Elpidio Gonzalez, y allí era habitue Héctor Mauré. El bandoneonista de este cabaret, cuando veía que yo llegaba y... “tenia a mi amiga sin trabajar” él me decía: ¡para vos Edgardo!, y tocaba Danzarín y la Última Cita; mira que te estoy hablando del 65’, 68’ mas o menos, eran tangos de avanzada muy instrumentales, eso era lo que me tocaba mi amigo El Coco potenza. Después ya en la década del 70’ me metí de lleno en la política, estuve en el movimiento popular villero con el Padre Mujica. Allí vine a Santiago del Estero, año 71’, pero solo de paso. Después se puso la cosa muy brava para mi en Buenos Aires, políticamente, año 75’, pleno apogeo de la triple A, y tenia opción de salida al exterior vía Perú a Mexico o Europa, pero decidí quedarme, bancarme aca hacer un exilio interno y de Capital Federal, ya grande con 35 años de edad, arranque para Santiago del Estero. Aca el 1º año fue risueño porque me dedique a una finca, la había comprado con 10 hectáreas, pero un fracaso total no sabia diferenciar el pasto ruso de la alfalfa, cuando todos se levantaban para ir a laburar a mi me agarraba el sueño y me iba a dormir, toda la vida dormí de día, después tuve un problema muy grave aca en Santiago, cuando superé ese problema, me vine a vivir a la ciudad.y empecé a trabajar en pleno año 76’ en radio nacional, con una audición de tango, que ya hace 32 años que difundo el tango, la llame “Hablando de Tango, con Edgardo Esperón”, y se llamaba así porque yo hablaba de la historia, una cosa mas amplia, mas abarcativo y le fue muy bien a esa audición al punto tal que al año siguiente me llevan a la emisora LV 11 es una AM, pero privada. Después empecé a hacer una serie de audiciones, en el año 1980 me acuerdo que hice una “100 años de tango”. También hice el primer café concert, se llamo “Karin Concert” en la calle San Juan al 300, donde siempre el numero de cierre era un cantante o una cantante de tango, y de ahí empezó mi carrera artística digamos así, porque me empezaron a llevar por toda la noche Santiagueña. Yo inauguré los tres cabaret’s que hubo aca en Santiago como presentador-conductor, allí empecé a enseñar a las chicas a bailar tango porque había clientes que querían bailarlo, y es increíble como , después, venían de todos lados como ser Córdoba y Tucumán a nuestros cabaret’s porque sabían que las chicas bailaban tango. Después la cosa se desvirtúo todo, comenzaron a venir gays, lesbianas, y ahí me abrí no por prejuicio, (te imaginas que yo estoy lejos del bien y del mal) sino porque sentía que no era lo mio. Después seguí presentando espectáculos en todos los festivales, a la provincia la recorrí de punta a punta de Norte a Sur, de Este a Oeste y prácticamente en todas las tanguearías era cita obligada que la presentación la haga Edgardo Esperón, y allá por el año 1988, después de haberle enseñado a bailar a las chicas en el cabaret, después de haber tenido una experiencia muy linda que la profesora Cristina Urtubey me convoca para una elenco infanto-juvenil que tenia ella de danzas clásicas para presentar un cuadro de tango. En ese mismo año resuelvo crear la Escuela de Tango Homero Manzi para formar un Ballet Juvenil de Tango. La 1º clase la doy el 17 de Octubre del año 1988, auspiciado por la dirección de Cultura y el Superior Gobierno de la Provincia De ahí surgió un elenco de 7 u 8 bailarines y aproximadamente 15 mujeres donde el primero que despunto fué Walter Zillinsky.Hasta aquí la primera parte de la entrevista... Continuará en el próximo numero.